A un amor que nunca tuve:
Fuiste necesidad y referencia de los días que nunca existieron, eras deseo, escasez y miseria de los amores que nunca tuve, pero eras ante todo amor, y plenitud, la inabarcable idea de todo lo que fui contigo; era más que propiedad, pertenencia al lugar común que ambos compartíamos.
Y con ésto doy por iniciada para este año esta saludable catarsis de escribir cursilerías. Feliz fin de semana.
Luis E. Olivares
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