REFLEXION 29
Tiempo, espacio, todo ha marchado, y sin desvanecerme, me detengo en la inmensidad de mi ser, pensando en lo que no he pensado antes, devorando la quietud, la paz, la tranquilidad, que una vez perseguí, y cuando termine conmigo mismo, regresaré al principio, a la búsqueda, al nacimiento para darme cuenta de que no hay inmediatez segura, ni incertidumbre eterna, sólo la noche, sólo la espera, sólo la ignorancia, sólo yo.
Luis E. Olivares
No hay comentarios:
Publicar un comentario