REFLEXION 13
La ira, la temible ira, contraído en los deseos más extraños, en las ansias inacabadas, en la negación eterna. Todos aquellos sentimientos que te matan lentamente negando tu existencia. Lo que queda de ti, disminuido, se lanza hacia el dramatismo inmenso de la nada, la melancolía soberbia que no tiene más que sollozar las derrotas que no existen, y embalsamar los buenos sentimientos que aún viven.
Entonces me despierto como siempre y como todos me doy cuenta que he caído muchas veces en este sentimiento, en ésta incapacidad, en dónde cualquier fortaleza se desvanece y todo lo bueno queda inválido ante la sombra. Un camino sin dirección ni tiempo, en el que de vez en cuando también me encuentro, y tal vez soy yo mismo ennegrecido por el ego que se muere cuando veo su finitud.
Luis E. Olivares
PD. Feliz fin de semana a todos.
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