viernes, 7 de agosto de 2009

MEMORIAS DE CARTAS OLVIDADAS

Un poco de una serie de cartas que escribí hace mucho... la verdad sólo para hacer plática.

CARTA 22
“Los últimos días” proclaman…desatan entonces la parafernalia vetusta del temor y la ansiedad, encaminada a una liberación que nunca llega, mientras te sujetas del mito religioso para condenar a tu dios al olvido. Festejemos nuestra ruina, que viva el fin de los días, la alegoría que es encrucijada, el “fin de la historia” de Fukuyama, avancemos hacia la ambivalencia maniquea: vivir o morir, salvarnos o perdernos, vida eterna o destrucción absoluta, cielo o infierno. Y los que persistimos críticos e irónicos, nunca pasivos pero desafiantes a esa visión humana que se ha apropiado de todos los temores y hace rehenes a todos los dioses, declarando con voz de profeta que los “únicos mensajeros”, los “esclavos fieles y discretos”, “simientes divinos”, sólo para saberse más ignorantes que cualquiera, y para derramar su arrogancia en los fastos negocios de los cuáles se embriagan de poder.

Para nosotros los inaplacables, los inamovibles, a nosotros nos queda la “justa” sentencia de estar con ellos o estar contra ellos; ellos los religiosos que han privatizado la bandera de dios para hacerse más fuertes, y es que el poder seduce y corrompe, por eso estoy aquí fingiendo demencia para evitar que el poder endulce mi voz y me devore entero con toda mi miseria.

Luis E. Olivares

Feliz fin de semana

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