martes, 16 de junio de 2009

CUENTO DE MARTES

Apenas alcancé a tocarla con mis dedos, ni siquiera notó que había dejado su bolso en el asiento contigüo, no me preocupé mucho, sabía que me hablaría cuando se percatará de que había peridod ese objeto tan demandado por las mujeres, yo mismo vi cuando anotó mi número en su celular, se quedó boquiabierta por mi actitud, por mi prescencia, diría que la impresión que causé en ella no sería una experiencia que fácilmente olvidará, al menos en unos días, o semanas.

Lo primero que hice cuando abrí la puerta del biejo departamento donde vivía hace más de tres años, fue tirarel bolso en el piso de duela, dejó de importarme por un momento pues durante el viaje debatí sobre ver su contenido violando su privacidad o revisarlo minuciosamente, apelando a mi propia seguridad, si, podría haber una bomba, ¿no creen?... Bueno tal vez no una boma, pero tal vez algo incriminatorio, droga, un arma, no lo sé. Finalmente decidí no abrirlo, después del trabajo lo único que deseaba era tirarme en la piltrafa que llamaba sillón, me dormí un rato.

Cuando desperté el bolsó seguía allí, en el mismo sitio, me puse a imaginar como me hablaría aquella mujer con la que tan dulcemente platiqué esa tarde. Tal vez me hablaría apenada, o tal vez sería una estrategia para saber en donde vivo y venir a verme, claro eso es lo que pasará, averiguara mi dirección y vendrá a verme, poniendo de pretexto que tengo su bolso, después ocurrirá lo que tenga que ocurrir.

II

Pasaron ya dos meses y nada, los primeros días intenté llamarla a su casa, a su teléfono celular, le envié docenas de correos, le escribí a su "Facebook", y nada... el bolso permaneció en el mismo lugar desde la última vez que lo ví, la misma mesa, que me sirve para comer, o para poner mi "lap top", o para los juegos de cartas los miércoles.

Empiezo a pensar que debo abrir el bolso, entonces me decido, ya sin importan privacidad o cualquier otra tontería... y voilá.... nada.... nada... vacío, ¿acaso fui tan tonto como para cargar un bolso vacío aquella vez, sin ni siquiera percatarme? Idiota de mí, de nuevo intento llamarla, y ahora me dice una estúpida grabación que el número no existe, su celular... lo mismo, su "Facebook", el usuario no existe.... ¿what a fuck?

III

Lo olvidé por completó, el doctor me dijo que mis visiones puedo no entenderlas y entonces alterar mi realidad, en efecto, eso fue lo que pasó, no hay otra explicación, tuve otra visión y está altero mi realidad por completo, esa es la razón, no estoy loco, yo nunca pudiera estarlo, al fin de cuentas soy el único galán de mi edificio, tan seguro, tan brillante. La última vez que aquel bolso fue en el brazo de una mujero que no conozco, el rostro de la primer mujer lo había olvidado, sólo recuerdo que cuando lo recogió la mujer se acercó a mí y me dijo: Ya es tiempo de volver... ya es tiempo de volver...

FIN

Luis E. Olivares

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