Por si fueran pocas las preocupaciones habituales de nuestro mundo ahora resulta que el panorama de la paz y la buena vecindad parece nulificarse por el crecimiento desmedido de la pobreza. Y es que ahora muchos se dan cuenta de ello cuando sabemos que marginar a una persona (sin empleo, sin educación, sin oportunidades de desarrollo), nunca ha sido la mejor forma de despertar su lealtar a esa comunidad ni a ese sistema, pero tal vez lo peor y hablo concretamente de México ha sido la impunidad, pues cuando líderes sindicales, gobernadores preciosos o algún otro indiciado pueden convivir felizmente con el gobierno que en campaña alguna vez amenzó con "sacarles la tarjeta roja", no pude perdírseles más a los marginados de siempre.
Es difícil pedir amor y paz, cuando muchas familias honestas y trabajadoras han perdido a sus hijos por la delincuencia, cuando el mismo sistema se ha corrompido.
Todo esto viene a la luz por el reporte que difundió esta semana ésta organización: www.visionofhumanity.org/gpi/home.php. En donde detalla sin a sorprendernos demasiado que la debilidad económica incrementa la inestabilidad política así como las manifestaciones del delito. Vaya sorpresa...
Y como está México en el índice de paz? Se preguntarán... el lugar 108 de 144 países evaluados, lo peor es que descendimos del lugar 93. Pobre México...
Bueno, seguiremos después con este tema.
Luis E. O.
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